Mamoplastia de Reducción

INFORMACION UTIL PARA PERSONAS QUE QUIERAN UNA MAMOPLASTIA DE REDUCCIÓN

La región mamaria constituye uno de los rasgos más evidentes en el cuerpo de las mujeres, y, por lo tanto, su forma, tamaño y posición, tienen un impacto determinante en la belleza y armonía del cuerpo femenino. Por esta razón, a lo largo de la historia muchas personas se han interesado por embellecer la región mamaria y las cirugías de mamoplastia de aumento, pexia mamaria y mamoplastia de reducción se han convertido en procedimientos de alta demanda en todo el mundo.

La mamoplastia de reducción es un procedimiento quirúrgico que consiste en disminuir el tamaño de los senos, eliminando el exceso de piel, tejido glandular y tejido graso de las mamas que tienen dimensiones muy grandes.  Este procedimiento no solo permite reducir el tamaño de los senos, sino también darle proporción a la región mamaria con respecto al cuerpo de cada persona, generar simetría entre el lado derecho y el izquierdo y llevar los senos a una posición más juvenil y atractiva.

¿Por qué este tipo de procedimiento tiene tanta aceptación?

La mayoría de mujeres que consultan en busca de una mamoplastia de reducción han tenido una larga historia de síntomas incomodos que se relacionan con el tamaño de sus senos, entre ellos los más frecuentes son: dolor en los hombros y en la espalda, humedad e infecciones a repetición en los surcos submamarios, dificultad para hacer ejercicio y para encontrar ropa con la que se sientan cómodas y en muchos casos, síntomas emocionales por baja autoestima. La gran aceptación que existe con respecto a este procedimiento, se debe a que la mamoplastia de reducción es muy efectiva en mejorar estos síntomas y la calidad de vida de las personas, además de generar gran satisfacción desde el punto de vista estético y en el auto-concepto corporal.

¿Qué personas son candidatas a este procedimiento?

Las mujeres candidatas a este procedimiento son las que presentan un aumento de volumen en la región mamaria, lo cual puede ocurrir desde la adolescencia con el desarrollo de la glándula mamaria, así como en momentos posteriores, muchas veces relacionados con los estados de embarazo. Lo ideal es poder realizar este procedimiento en mujeres adultas una vez se haya completado el proceso de desarrollo, sin embargo, en algunas oportunidades es necesario hacer mamoplastias de reducción en personas menores debido al gran tamaño de sus senos y a la presencia de los síntomas mencionados previamente.

Con gran frecuencia las personas consultan para una mamoplastia de reducción por observar que sus senos han descendido, sin embargo, es importante aclarar que si no hay un aumento del tamaño mamario, el procedimiento ideal para esas mujeres es una pexia mamaria o mamopexia; en este procedimiento se lleva el tejido descendido a una posición más armónica y juvenil sin necesidad de disminuir el tamaño de los senos; por el contrario en algunas personas es necesario incrementarlo con implantes de silicona.

¿Tiene contraindicaciones?

Como todas las cirugías estéticas, este procedimiento tiene algunas contraindicaciones.  Las más importantes son: obesidad, procesos infecciosos agudos, estar en periodo de embarazo o lactancia, tener un estado de inmunosupresión, procesos oncológicos activos, trastornos psicológicos con relación a su imagen corporal o tener enfermedades de base que no estén controladas y que puedan poner en riesgo la salud del paciente.

¿Cuáles son los beneficios de este procedimiento?

El beneficio más importante de este procedimiento es poderle brindar a las personas la posibilidad de sentirse mejor con su cuerpo y de tener unos senos más pequeños, livianos y firmes. Esto se traduce en una mejoría en su autoestima y en su calidad de vida al reducir los dolores y molestias asociadas al gran tamaño de los senos, así como una mejoría en la postura e incluso en la ventilación pulmonar.

¿Cuáles son los cuidados posoperatorios que se deben tener?

 En el postoperatorio es indispensable el uso de antibióticos para prevenir las infecciones, así como medicamentos analgésicos y antiinflamatorios. Es muy importante el uso de medias antiembolicas y la deambulación temprana para prevenir la formación de trombos en las piernas. Las suturas para el cierre de las heridas son reabsorbibles y por esa razón no es necesario retirarlas después del procedimiento. Puede ser necesario el uso de drenes durante 2 a 3 días para evitar la acumulación de sangre en el tejido mamario. Se debe limitar la actividad física durante las primeras semanas, así como la elevación de los brazos y conducir un vehículo. Las pacientes pueden retomar el ejercicio moderado a las 4 semanas y progresivamente ir incrementando la actividad cardiovascular y el peso en caso de realizar actividad de gimnasio.

Esteban Jaramillo del Rio

Cirujano Plástico Estético y Reconstructivo

Microcirujano